Scorsese y su colaboración con la Nación Osage
POR: ENCUADRES
23-05-2023 14:31:10
Cuando a Martin Scorsese le presentaron el libro de Killers of the Flower Moon supo que debía acercarse a la Nación Osage con respeto y de ese encuentro con sus líderes y con la comunidad nació una colaboración pero también un nuevo entendimiento del papel que los seres humanos desempeñamos en este planeta y la relación con los pueblos originarios.
Es bien sabido que en la filmografía de Scorsese está presente la espiritualidad y los valores cristianos, como buen católico italoamericano -de hecho fue monaguillo-, sin embargo, de su encuentro con el Jefe Standing Bear, surgió una nueva comprensión de su lugar en la Tierra.
“Escuché sobre cuáles son sus valores, amar y respetar, amar la Tierra y no estoy hablando este punto como tema político estoy hablando de entender realmente, ¿Cómo vivir en este planeta? y descubrí que los valores eran muy importantes para mí y me reorientaron cada vez que hablaban, simplemente me reorientaron en cuanto a lo que estamos haciendo aquí, en la Tierra”, compartió Scorsese en conferencia de prensa tras el estreno de Killers of the Flower Moon en el Festival de Cannes.
“Estaba allí todos los días, estábamos hablando con la comunidad, tratando de escuchar las historias reales e intentando incorporar la verdad lo mejor que pudimos. Y no importa lo que la gente sienta sobre la película, sé que todos hicieron ese trabajo. Hicimos todo lo posible para rendir homenaje a las historias reales e incorporar eso en la película”, apuntó el director ganador del Oscar.
Pero este proceso no fue sencillo, de hecho, para Scorsese escuchar la historia de la Nación Osage fue una experiencia demoledora, sin embargo, ellos fueron la clave para lograr una película lo más natural y auténtica posible, desde las mantas que se crearon para la película, hasta las personas de la comunidad que participaron como extras en el filme.
Y es que fue la comunidad de la Nación Osage la responsable de realizar el vestuario y diversos props para la película, como explicó el Jefe Standing Bear, quien también estuvo presente en la conferencia de prensa en Cannes.
“Mr. Scorsese dijo, antes que todo, haremos la película aquí, haremos la película con Osage, invitaremos a Osage para que vengan no solo como extras, hay jóvenes trabajando detrás de las cámaras, en la fotografía, gente haciendo el vestuario, nuestra gente fue empleada para hacer el vestuario y las canciones”, apuntó el Jefe Standing Bear.
Pero Scorsese no solo involucró a la comunidad en la creación de la película también vio la importancia de reflejar el lenguaje de la Nación Osage, algo que celebró el Jefe Standing Bear al reconocer el compromiso y el trabajo duro que realizan cada uno de los actores y actrices que participaron en Killers of the Flower Moon.
“Me impresionaron lo duro que trabajaron estos actores, lo serio que es este negocio para ellos, para un ciudadano fuera de este mundo tenemos nuestras propias concepciones, ideas preconcebidas sobre lo que está involucrado, bueno, Bob de Niro simplemente se despierta y naturalmente todo le sale bien, pero mi equipo y mucha gente me expresaron que son personas muy trabajadoras, tenían en mente y físicamente a mi gente trabajando con ellos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, trabajando con ellos y es simplemente hermoso, podrían hacer dos de estas películas”, señaló el Jefe Standing Bear.
La Nación Osage son una tribu de nativos americanos, cuyo dominio ancestral incluía gran parte de Oklahoma. Como la mayoría de tribus nativas americanas, los Osage fueron desplazados de sus tierras, que incluían grandes extensiones de Oklahoma en el siglo XIX. Las reubicaciones forzadas fueron devastadoras. El periodo de 1920 a 1930 se conoció como el Reinado del Terror, pues la Nación Osage atrajo a ambiciosos en busca de riqueza. Durante esta décadadocenas de Osage murieron asesinados y sus muertes fueron encubiertas para que les estadounidenses pudieran heredar sus valiosos derechos petroleros. El Reinado del Terror llegó a su fin cuando el recién formado FBI logró una condena en los tribunales federales.
Cuando a Martin Scorsese le presentaron el libro de Killers of the Flower Moon supo que debía acercarse a la Nación Osage con respeto y de ese encuentro con sus líderes y con la comunidad nació una colaboración pero también un nuevo entendimiento del papel que los seres humanos desempeñamos en este planeta y la relación con los pueblos originarios.
Es bien sabido que en la filmografía de Scorsese está presente la espiritualidad y los valores cristianos, como buen católico italoamericano -de hecho fue monaguillo-, sin embargo, de su encuentro con el Jefe Standing Bear, surgió una nueva comprensión de su lugar en la Tierra.
“Escuché sobre cuáles son sus valores, amar y respetar, amar la Tierra y no estoy hablando este punto como tema político estoy hablando de entender realmente, ¿Cómo vivir en este planeta? y descubrí que los valores eran muy importantes para mí y me reorientaron cada vez que hablaban, simplemente me reorientaron en cuanto a lo que estamos haciendo aquí, en la Tierra”, compartió Scorsese en conferencia de prensa tras el estreno de Killers of the Flower Moon en el Festival de Cannes.
“Estaba allí todos los días, estábamos hablando con la comunidad, tratando de escuchar las historias reales e intentando incorporar la verdad lo mejor que pudimos. Y no importa lo que la gente sienta sobre la película, sé que todos hicieron ese trabajo. Hicimos todo lo posible para rendir homenaje a las historias reales e incorporar eso en la película”, apuntó el director ganador del Oscar.
Pero este proceso no fue sencillo, de hecho, para Scorsese escuchar la historia de la Nación Osage fue una experiencia demoledora, sin embargo, ellos fueron la clave para lograr una película lo más natural y auténtica posible, desde las mantas que se crearon para la película, hasta las personas de la comunidad que participaron como extras en el filme.
Y es que fue la comunidad de la Nación Osage la responsable de realizar el vestuario y diversos props para la película, como explicó el Jefe Standing Bear, quien también estuvo presente en la conferencia de prensa en Cannes.
“Mr. Scorsese dijo, antes que todo, haremos la película aquí, haremos la película con Osage, invitaremos a Osage para que vengan no solo como extras, hay jóvenes trabajando detrás de las cámaras, en la fotografía, gente haciendo el vestuario, nuestra gente fue empleada para hacer el vestuario y las canciones”, apuntó el Jefe Standing Bear.
Pero Scorsese no solo involucró a la comunidad en la creación de la película también vio la importancia de reflejar el lenguaje de la Nación Osage, algo que celebró el Jefe Standing Bear al reconocer el compromiso y el trabajo duro que realizan cada uno de los actores y actrices que participaron en Killers of the Flower Moon.
“Me impresionaron lo duro que trabajaron estos actores, lo serio que es este negocio para ellos, para un ciudadano fuera de este mundo tenemos nuestras propias concepciones, ideas preconcebidas sobre lo que está involucrado, bueno, Bob de Niro simplemente se despierta y naturalmente todo le sale bien, pero mi equipo y mucha gente me expresaron que son personas muy trabajadoras, tenían en mente y físicamente a mi gente trabajando con ellos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, trabajando con ellos y es simplemente hermoso, podrían hacer dos de estas películas”, señaló el Jefe Standing Bear.
La Nación Osage son una tribu de nativos americanos, cuyo dominio ancestral incluía gran parte de Oklahoma. Como la mayoría de tribus nativas americanas, los Osage fueron desplazados de sus tierras, que incluían grandes extensiones de Oklahoma en el siglo XIX. Las reubicaciones forzadas fueron devastadoras. El periodo de 1920 a 1930 se conoció como el Reinado del Terror, pues la Nación Osage atrajo a ambiciosos en busca de riqueza. Durante esta décadadocenas de Osage murieron asesinados y sus muertes fueron encubiertas para que les estadounidenses pudieran heredar sus valiosos derechos petroleros. El Reinado del Terror llegó a su fin cuando el recién formado FBI logró una condena en los tribunales federales.