El Pinocho de Del Toro tiene que ver con vida, muerte y amor
POR: NANCY MORA EN GUADALAJARA
17-06-2022 18:09:07
Son muchas las versiones que se han realizado de Pinocho, pero el Pinocho de Guillermo del Toro se aleja de cualquier adaptación al cuento clásico de Carlo Collidi, porque si algo tuvo claro y mantuvo firme el cineasta tapatío desde hace 15 años cuando inició este proyecto, es que no le interesaba contar la misma historia, “lo que importa es si me conmueve, si me hace reír, me hace llorar, si lo entiendo, así que no podría ser más personal… este Pinocho evidentemente tiene que ver con la vida, la muerte, el amor”.
En una charla virtual que Del Toro sostuvo con Estrella Araiza y la cual se proyectó en la sala que lleva su nombre, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), el ganador del Oscar habló sobre las entrañas de su Pinocho, su proyecto más largamente acariciado, y comentó que una de los cuestionamientos de su historia es “qué es comportarse como un títere y qué es comportarse como un ser humano, preguntarte sobre los humanos que actúan como títeres ¿qué son? y los títeres que actúan como humanos ¿qué son?”.
“A mí me interesaba que no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura, porque en los otros Pinochos se decía que ser desobediente es malo. Acá lo que decimos es que es bueno ser desobediente, es bueno no seguir órdenes… yo no creo en esa transformación, yo creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza.”, explicó Del Toro.
En la charla Del Toro también compartió detalles de la realización de Pinocho y explicó que hubo un proceso de selección para los títeres, una especie de casting. “Quería los títeres fueran tocados por manos tapatias, que estuvieran con Pinocho, el Grillo y el mundo del más allá que fue la secuencia principal que se hizo en el Taller del Chucho que fue la de los conejos negros”.
Además, Guillermo decidió llevar a animadores a que se capacitaran fuera de México, como Sergio Valdivia, quien viajó a Portland, Oregon, para participar en otras secuencias “creo que eso le ayudó para que a su regreso a Guadalajara tuviera más ideas y otros mecanismos de lo que se hace en otro lado”.
Para el cineasta, la animación en México y especialmente en Guadalajara es un acto contestatario, profundo y personal, por eso no dudó en reunir a animadores jaliscienses para formar parte de Pinocho, “Intento mantener esta relación con los siete animadores que conozco a nivel personal. Algunos de ellos trabajaron en la película, no todos. Mi conexión con ellos es porque tienen una animación a nivel plástico muy fina, como de pintor, escultor y poeta, que la manejan tan íntimamente sin interés de comercialización: son autores totales”.
Confesó que en la producción de Pinocho lo más complicado “fue para filmar en Guadalajara pero fue importante para mí, porque el amor que tengo con la animación no es una cosa pasajera: fue mi primer amor en super 8, los primeros cortos eran malísimos stop motions, pero al final lo que se trata de esto es defender el origen de lo que creía que era el cine. Para mí fue un regreso muy largo”.
Pinocho, de Guillermo del Toro se estrenará en la plataforma Netflix en diciembre próximo y las primeras imágenes que se han dado ha conocer nos han dejado muy entusiasmados, porque conocemos el trabajo del cineasta tapatío y porque sabemos que después de 15 años, se convirtió un sueño más largamente acariciado.
Son muchas las versiones que se han realizado de Pinocho, pero el Pinocho de Guillermo del Toro se aleja de cualquier adaptación al cuento clásico de Carlo Collidi, porque si algo tuvo claro y mantuvo firme el cineasta tapatío desde hace 15 años cuando inició este proyecto, es que no le interesaba contar la misma historia, “lo que importa es si me conmueve, si me hace reír, me hace llorar, si lo entiendo, así que no podría ser más personal… este Pinocho evidentemente tiene que ver con la vida, la muerte, el amor”.
En una charla virtual que Del Toro sostuvo con Estrella Araiza y la cual se proyectó en la sala que lleva su nombre, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), el ganador del Oscar habló sobre las entrañas de su Pinocho, su proyecto más largamente acariciado, y comentó que una de los cuestionamientos de su historia es “qué es comportarse como un títere y qué es comportarse como un ser humano, preguntarte sobre los humanos que actúan como títeres ¿qué son? y los títeres que actúan como humanos ¿qué son?”.
“A mí me interesaba que no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura, porque en los otros Pinochos se decía que ser desobediente es malo. Acá lo que decimos es que es bueno ser desobediente, es bueno no seguir órdenes… yo no creo en esa transformación, yo creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza.”, explicó Del Toro.
En la charla Del Toro también compartió detalles de la realización de Pinocho y explicó que hubo un proceso de selección para los títeres, una especie de casting. “Quería los títeres fueran tocados por manos tapatias, que estuvieran con Pinocho, el Grillo y el mundo del más allá que fue la secuencia principal que se hizo en el Taller del Chucho que fue la de los conejos negros”.
Además, Guillermo decidió llevar a animadores a que se capacitaran fuera de México, como Sergio Valdivia, quien viajó a Portland, Oregon, para participar en otras secuencias “creo que eso le ayudó para que a su regreso a Guadalajara tuviera más ideas y otros mecanismos de lo que se hace en otro lado”.
Para el cineasta, la animación en México y especialmente en Guadalajara es un acto contestatario, profundo y personal, por eso no dudó en reunir a animadores jaliscienses para formar parte de Pinocho, “Intento mantener esta relación con los siete animadores que conozco a nivel personal. Algunos de ellos trabajaron en la película, no todos. Mi conexión con ellos es porque tienen una animación a nivel plástico muy fina, como de pintor, escultor y poeta, que la manejan tan íntimamente sin interés de comercialización: son autores totales”.
Confesó que en la producción de Pinocho lo más complicado “fue para filmar en Guadalajara pero fue importante para mí, porque el amor que tengo con la animación no es una cosa pasajera: fue mi primer amor en super 8, los primeros cortos eran malísimos stop motions, pero al final lo que se trata de esto es defender el origen de lo que creía que era el cine. Para mí fue un regreso muy largo”.
Pinocho, de Guillermo del Toro se estrenará en la plataforma Netflix en diciembre próximo y las primeras imágenes que se han dado ha conocer nos han dejado muy entusiasmados, porque conocemos el trabajo del cineasta tapatío y porque sabemos que después de 15 años, se convirtió un sueño más largamente acariciado.