Melissa Nocetti. El sueño de Cannes
POR: CARMEN VARELA
01-05-2022 16:24:57
Con apenas 25 años de edad, Melissa Nocetti, una joven originaria del Estado de México, se suma a la lista de talentos mexicanos que han sido distinguidos con un lugar en el selecto Festival Internacional de Cine de Cannes, Francia, una de las citas más esperadas del año en la industria fílmica mundial.
Mel es la directora de Fotografía del corto Luz Nocturna, de la cineasta costarricense Kim Torres, que representa a México-Costa Rica en la competencia por la Palma de Oro del prestigiado encuentro, que llega a su edición 75.
Acostumbrados a destacar la participación de películas, actores, directores y productores, vale la pena voltear a esta joven egresada del CCC, que viene haciendo un trabajo interesante y que promete mantener vivo el legado de otros reconocidos cinefotógrafos, como Gabriel Figueroa cuyo crédito figuró en Cannes en 18 películas, 14 de ellas en competencia.
En este caso, el éxito de la dupla de Kim Torres y Mel Nocetti comenzó el año pasado con Atrapaluz (México-Costa Rica), un drama de ficción sobre la construcción de la identidad, que fue seleccionado para participar en el Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza, y que actualmente se exhibe en el 51 Festival de Nuevos Directores/Nuevas Películas, en el MoMA de Nueva York.
SUS PRIMEROS PASOS
Para Nocetti, estar nominada a Cannes por Luz Nocturna es una sorpresa muy especial, pero no es algo que la haga perder piso, sabe que su camino está siendo afortunado, pero eso no la exime de trabajar duro por su sueño: que es y siempre será, “estar resonando proyectos interesantes con directores y directoras sensibles e interesantes. Historias entrañables y búsquedas honestas”.
En entrevista con ENCUADRES desde Guatemala, donde se encuentra filmando antes de viajar a Cannes, la joven, quien desde niña fue una apasionada de la foto fija, considera que esta nominación es entonces “un buen augurio, quizá, de que hacer las cosas desde el corazón te puede llevar a caminos inesperados”.
Y es que las cosas para Nocetti empezaron a fluir en plena pandemia, cuando tuvo la oportunidad de empezar a trabajar con Torres, con quien “es muy interesante porque reconectamos mucho con un proceso más libre, menos cuadrado, confiando más en nuestros procesos”, dice.
Después se estrenó Atrapaluz en el festival de Locarno y de ahí salieron muchos trabajos, entre ellos, uno con Italia y Guatemala que es el que actualmente desarrolla. “Después fotografié otras cosas, con el apoyo de Focine, con CANDELA CINE y Natalia García Agraz como directora en nuestro cortometraje Revolución.
Así empezó a conocer directores y directoras con quienes ha hecho algunas colaboraciones y hacia mediados del año pasado quedó seleccionada en el Visión Mentorship Programa de la American Society of Cinematographers (ASC), con Gonzalo Amat como mentor. “Estoy enfocando toda mi energía en fotografiar”, señala Mel, quien recuerda su gusto por la foto, naciendo de un muñeco con su camarita, al que se le apretaba un botón y dejaba ver un flash. “Tenía una placa que se revelaba si la ponías en agua. Se me hacía una idea mágica”, comenta.
En foto fija, refiere, sus primeras mentoras fueron Paulina Hubard y Nirvana Paz, luego aplicó a la especialidad de cinefotografía en el CCC y se quedó, haciendo más firme su vocación por la imagen, donde siempre ha tenido buenos maestros que, “además de enseñarme de fotografía me enseñaban cómo ser una mejor persona, entre ellos aprendí mucho de Carlos Rossini, Tonatiuh Martínez y Yaasib Colmenares”, agrega con orgullo.
LA LUZ
Inquirida sobre la recurrencia de la luz en ambos trabajos con Torres, Mel explica que ha disfrutado de gran libertad para explorar la luz, como algo misterioso, en Atrapaluz, dijo, la luz juega un papel central, que rodea a la protagonista Lila, para dar vida a la dualidad en la que se debate. “Fueron muchos días de pruebas, probando cristales, pantallas, proyectores, agua con químicos, para al final fabricar una especie de caleidoscopio con cristales, agua y luz, fue hacer muchos experimentos”, dice.
Mientras que Luz nocturna es un retrato de la ausencia de la figura materna y de la intimidad en la cotidianidad que comparten tres hermanos. “Jugamos mucho con la idea de que los niños eran como luciérnagas. Buscando una realidad enrarecida dentro de una naturalidad”.
“En este proceso también hubo mucha experimentación, fue un privilegio conocer la luz de la selva de Costa Rica, la naturaleza tiene un efecto de confrontación muy potente. exploramos muchas formas estéticas, muchos espacios y sensaciones, siguen cayéndome muchos veintes, porque trabajar en la naturaleza te enseña a confiar más en la intuición, había muchas cosas que por más que planeábamos se salían de nuestro control, entonces había que aprender a fluir”.
ENTRE MÉXICO Y EL EXTRANJERO
En México he tenido la oportunidad de colaborar con directores y directoras mexicanos, pero también la experiencia de trabajar con personas de otros países ha sido muy afortunada, por que te rompe algunos paradigmas y te muestra otras posibilidades de mirar el mundo. “Creo que para un director de fotografía es un privilegio mirar la luz en diferentes lugares del mundo”, destaca Nocetti.
Empero, le gustaría trabajar con gente talentosa como Yulene Olaizola, Lila Avilés, Alejandra Márquez o Nicolás Pereda, entre muchos otros, dice Nocetti, quien asegura que mantener los pies en la tierra no es difícil porque nunca trata de comparar su proceso con el de nadie, porque cree que cada quien va fluyendo al ritmo que cada quien tiene y necesita hacerlo, por lo pronto, a ella la hace muy feliz tener colaboraciones tan enriquecedoras con historias entrañables.
“Esta oportunidad de ir a Cannes es algo que abre posibilidades. Yo estoy abierta a qué las cosas fluyan como tengan que fluir, entonces vamos a ver qué pasa”, concluye.
Con apenas 25 años de edad, Melissa Nocetti, una joven originaria del Estado de México, se suma a la lista de talentos mexicanos que han sido distinguidos con un lugar en el selecto Festival Internacional de Cine de Cannes, Francia, una de las citas más esperadas del año en la industria fílmica mundial.
Mel es la directora de Fotografía del corto Luz Nocturna, de la cineasta costarricense Kim Torres, que representa a México-Costa Rica en la competencia por la Palma de Oro del prestigiado encuentro, que llega a su edición 75.
Acostumbrados a destacar la participación de películas, actores, directores y productores, vale la pena voltear a esta joven egresada del CCC, que viene haciendo un trabajo interesante y que promete mantener vivo el legado de otros reconocidos cinefotógrafos, como Gabriel Figueroa cuyo crédito figuró en Cannes en 18 películas, 14 de ellas en competencia.
En este caso, el éxito de la dupla de Kim Torres y Mel Nocetti comenzó el año pasado con Atrapaluz (México-Costa Rica), un drama de ficción sobre la construcción de la identidad, que fue seleccionado para participar en el Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza, y que actualmente se exhibe en el 51 Festival de Nuevos Directores/Nuevas Películas, en el MoMA de Nueva York.
SUS PRIMEROS PASOS
Para Nocetti, estar nominada a Cannes por Luz Nocturna es una sorpresa muy especial, pero no es algo que la haga perder piso, sabe que su camino está siendo afortunado, pero eso no la exime de trabajar duro por su sueño: que es y siempre será, “estar resonando proyectos interesantes con directores y directoras sensibles e interesantes. Historias entrañables y búsquedas honestas”.
En entrevista con ENCUADRES desde Guatemala, donde se encuentra filmando antes de viajar a Cannes, la joven, quien desde niña fue una apasionada de la foto fija, considera que esta nominación es entonces “un buen augurio, quizá, de que hacer las cosas desde el corazón te puede llevar a caminos inesperados”.
Y es que las cosas para Nocetti empezaron a fluir en plena pandemia, cuando tuvo la oportunidad de empezar a trabajar con Torres, con quien “es muy interesante porque reconectamos mucho con un proceso más libre, menos cuadrado, confiando más en nuestros procesos”, dice.
Después se estrenó Atrapaluz en el festival de Locarno y de ahí salieron muchos trabajos, entre ellos, uno con Italia y Guatemala que es el que actualmente desarrolla. “Después fotografié otras cosas, con el apoyo de Focine, con CANDELA CINE y Natalia García Agraz como directora en nuestro cortometraje Revolución.
Así empezó a conocer directores y directoras con quienes ha hecho algunas colaboraciones y hacia mediados del año pasado quedó seleccionada en el Visión Mentorship Programa de la American Society of Cinematographers (ASC), con Gonzalo Amat como mentor. “Estoy enfocando toda mi energía en fotografiar”, señala Mel, quien recuerda su gusto por la foto, naciendo de un muñeco con su camarita, al que se le apretaba un botón y dejaba ver un flash. “Tenía una placa que se revelaba si la ponías en agua. Se me hacía una idea mágica”, comenta.
En foto fija, refiere, sus primeras mentoras fueron Paulina Hubard y Nirvana Paz, luego aplicó a la especialidad de cinefotografía en el CCC y se quedó, haciendo más firme su vocación por la imagen, donde siempre ha tenido buenos maestros que, “además de enseñarme de fotografía me enseñaban cómo ser una mejor persona, entre ellos aprendí mucho de Carlos Rossini, Tonatiuh Martínez y Yaasib Colmenares”, agrega con orgullo.
LA LUZ
Inquirida sobre la recurrencia de la luz en ambos trabajos con Torres, Mel explica que ha disfrutado de gran libertad para explorar la luz, como algo misterioso, en Atrapaluz, dijo, la luz juega un papel central, que rodea a la protagonista Lila, para dar vida a la dualidad en la que se debate. “Fueron muchos días de pruebas, probando cristales, pantallas, proyectores, agua con químicos, para al final fabricar una especie de caleidoscopio con cristales, agua y luz, fue hacer muchos experimentos”, dice.
Mientras que Luz nocturna es un retrato de la ausencia de la figura materna y de la intimidad en la cotidianidad que comparten tres hermanos. “Jugamos mucho con la idea de que los niños eran como luciérnagas. Buscando una realidad enrarecida dentro de una naturalidad”.
“En este proceso también hubo mucha experimentación, fue un privilegio conocer la luz de la selva de Costa Rica, la naturaleza tiene un efecto de confrontación muy potente. exploramos muchas formas estéticas, muchos espacios y sensaciones, siguen cayéndome muchos veintes, porque trabajar en la naturaleza te enseña a confiar más en la intuición, había muchas cosas que por más que planeábamos se salían de nuestro control, entonces había que aprender a fluir”.
ENTRE MÉXICO Y EL EXTRANJERO
En México he tenido la oportunidad de colaborar con directores y directoras mexicanos, pero también la experiencia de trabajar con personas de otros países ha sido muy afortunada, por que te rompe algunos paradigmas y te muestra otras posibilidades de mirar el mundo. “Creo que para un director de fotografía es un privilegio mirar la luz en diferentes lugares del mundo”, destaca Nocetti.
Empero, le gustaría trabajar con gente talentosa como Yulene Olaizola, Lila Avilés, Alejandra Márquez o Nicolás Pereda, entre muchos otros, dice Nocetti, quien asegura que mantener los pies en la tierra no es difícil porque nunca trata de comparar su proceso con el de nadie, porque cree que cada quien va fluyendo al ritmo que cada quien tiene y necesita hacerlo, por lo pronto, a ella la hace muy feliz tener colaboraciones tan enriquecedoras con historias entrañables.
“Esta oportunidad de ir a Cannes es algo que abre posibilidades. Yo estoy abierta a qué las cosas fluyan como tengan que fluir, entonces vamos a ver qué pasa”, concluye.
