La Médium, posesiones y exorcismos a la talilandesa
POR: NANCY MORA
05-02-2022 12:50:16
Hace unos meses entre los fanáticos del terror empezó a resonar una película que podría ser considerada “lo mejor del terror en las últimas décadas, la más terrorífica, la película que se tuvo que ver con las luces encendidas en los cines”, esa película era La Médium, que este fin de semana llegó a los cines de nuestro país para que el público sea el que decida si lo que se dice de ella es cierto o no, en lo personal, puedo decirles, que lo que parecía una buena propuesta de cine de terror, al final se queda como una película más sobre posesiones y exorcismos, pero ésta vez “a la tailandesa”.
La Médium es una coproducción entre Tailandia y Corea del Sur, dirigida por Banjong Pisanthanakun –a quien recordamos por películas como Shutter (2004)- y escrita por Na Hong Jin (The Wailing), lo que de inicio era una muy buena referencia porque esta dupla nos ha regalado muy buenas historias, sin embargo, en este caso se quedan cortos sobre todo para los amantes del género, porque para el público, efectivamente puede ser una de las mejores propuestas en los últimos años, pero esto solo habla de la falta de propuestas innovadoras en el cine de terror.
The Medium es contada a manera de un falso documental en el que un grupo de jóvenes documentalistas recorrieron en 2018 Tailandia para investigar sobre los chamanes y después de conocer a varios de ellos encontraron a Nim Tonvali (Sawanee Utoomma), médium espiritual de la Diosa Bayan, quien al ser entrevistada explica cómo conciben y respetan a los Dioses o espíritus en su comunidad, “existen espíritus buenos y otros malignos, yo soy una médium podeída por la Diosa Bayan”, dice Nim.
Nim explica que la Diosa Bayan es “buena” porque ha protegido a su pueblo desde tiempos ancestrales y que las mujeres de su familia han sido las elegidas para ser poseídas por Bayan, pero un suceso en la familia de Nim nos lleva a conocer a su sobrina Mink, personaje que irá tomando mayor importancia conforme avanza la historia.
Pero lo que inicia como un documental de bajo presupuesto dedicado a la investigación chamánica, poco a poco –muy poco a poco porque la primera parte de la película puede sentirse bastante lenta- va tomando forma hasta convertirse en una historia de espíritus chocarreros, de posesiones, muertes y sangre, así es como al final, La Médium se convierte en una película más sobre exorcismos y ya hemos visto muchas de esas y sin duda la mejor sigue siendo El Exorcista de 1973.
Para ciertos públicos La Médium si puede llegar a ser perturbadora -sobre todo hacia la parte final del metraje-, pero para los fanáticos del género de terror que suele ser exigente, la película queda mucho a deber, en su conjunto es bastante irregular, empieza bien pero al final no aporta nada que no se haya visto antes.
Otro punto débil son las actuaciones y es que al ser un falso documental gran parte el éxito o fracaso recae justo en las actuaciones, que tienen que ser convincentes, un buen ejemplo de ello puede ser Feral, película mexicana en el que su director Andrés Kaiser decidió reunir tanto a actores naturales como profesionales que hacen un muy buen trabajo y aportan a la historia, mientras que en La Médium solo destaca el trabajo de Sawanee Utoomma y de Narilya Gulmongkolpech -quienes interpretan a Nim y Mink-, pero nada más, los demás personajes se ven sobreactuados y poco convincentes, y siendo benévolos pensemos en dos opciones: o hay una muy mala dirección de actores o podríamos darle el beneficio de la duda al director y pensar que fue intencional para que así tuviera sentido el falso documental.
Pero no todo es malo, entre lo más rescatable de la película es su propuesta, el querer contar la misma historia de manera distinta, el querer adentrarse a las costumbres y creencias de una comunidad poco exploradas. No podemos negar las buenas intenciones del director al combinar distintas técnicas con la cámara, pero también es cierto que como espectador ver una película de más de dos horas y que casi todo el tiempo la cámara se mueva constantemente resulta un tanto molesto y es que más de dos horas es demasiado para contar una historia más sobre posesiones y exorcismos.
Hace unos meses entre los fanáticos del terror empezó a resonar una película que podría ser considerada “lo mejor del terror en las últimas décadas, la más terrorífica, la película que se tuvo que ver con las luces encendidas en los cines”, esa película era La Médium, que este fin de semana llegó a los cines de nuestro país para que el público sea el que decida si lo que se dice de ella es cierto o no, en lo personal, puedo decirles, que lo que parecía una buena propuesta de cine de terror, al final se queda como una película más sobre posesiones y exorcismos, pero ésta vez “a la tailandesa”.
La Médium es una coproducción entre Tailandia y Corea del Sur, dirigida por Banjong Pisanthanakun –a quien recordamos por películas como Shutter (2004)- y escrita por Na Hong Jin (The Wailing), lo que de inicio era una muy buena referencia porque esta dupla nos ha regalado muy buenas historias, sin embargo, en este caso se quedan cortos sobre todo para los amantes del género, porque para el público, efectivamente puede ser una de las mejores propuestas en los últimos años, pero esto solo habla de la falta de propuestas innovadoras en el cine de terror.
The Medium es contada a manera de un falso documental en el que un grupo de jóvenes documentalistas recorrieron en 2018 Tailandia para investigar sobre los chamanes y después de conocer a varios de ellos encontraron a Nim Tonvali (Sawanee Utoomma), médium espiritual de la Diosa Bayan, quien al ser entrevistada explica cómo conciben y respetan a los Dioses o espíritus en su comunidad, “existen espíritus buenos y otros malignos, yo soy una médium podeída por la Diosa Bayan”, dice Nim.
Nim explica que la Diosa Bayan es “buena” porque ha protegido a su pueblo desde tiempos ancestrales y que las mujeres de su familia han sido las elegidas para ser poseídas por Bayan, pero un suceso en la familia de Nim nos lleva a conocer a su sobrina Mink, personaje que irá tomando mayor importancia conforme avanza la historia.
Pero lo que inicia como un documental de bajo presupuesto dedicado a la investigación chamánica, poco a poco –muy poco a poco porque la primera parte de la película puede sentirse bastante lenta- va tomando forma hasta convertirse en una historia de espíritus chocarreros, de posesiones, muertes y sangre, así es como al final, La Médium se convierte en una película más sobre exorcismos y ya hemos visto muchas de esas y sin duda la mejor sigue siendo El Exorcista de 1973.
Para ciertos públicos La Médium si puede llegar a ser perturbadora -sobre todo hacia la parte final del metraje-, pero para los fanáticos del género de terror que suele ser exigente, la película queda mucho a deber, en su conjunto es bastante irregular, empieza bien pero al final no aporta nada que no se haya visto antes.
Otro punto débil son las actuaciones y es que al ser un falso documental gran parte el éxito o fracaso recae justo en las actuaciones, que tienen que ser convincentes, un buen ejemplo de ello puede ser Feral, película mexicana en el que su director Andrés Kaiser decidió reunir tanto a actores naturales como profesionales que hacen un muy buen trabajo y aportan a la historia, mientras que en La Médium solo destaca el trabajo de Sawanee Utoomma y de Narilya Gulmongkolpech -quienes interpretan a Nim y Mink-, pero nada más, los demás personajes se ven sobreactuados y poco convincentes, y siendo benévolos pensemos en dos opciones: o hay una muy mala dirección de actores o podríamos darle el beneficio de la duda al director y pensar que fue intencional para que así tuviera sentido el falso documental.
Pero no todo es malo, entre lo más rescatable de la película es su propuesta, el querer contar la misma historia de manera distinta, el querer adentrarse a las costumbres y creencias de una comunidad poco exploradas. No podemos negar las buenas intenciones del director al combinar distintas técnicas con la cámara, pero también es cierto que como espectador ver una película de más de dos horas y que casi todo el tiempo la cámara se mueva constantemente resulta un tanto molesto y es que más de dos horas es demasiado para contar una historia más sobre posesiones y exorcismos.