Decepciones de 2021 y Top 3 internacional: Orianna Paz
POR: ORIANNA PAZ
30-12-2021 15:25:45
A pesar de la pandemia mundial que no ha dado tregua, este 2021 fue prolífico para el cine en general y se estrenaron muchas películas que no habían podido hacerlo justamente por las restricciones que todos conocemos, y que esperábamos con ansias.
Muchas de ellas se exhibieron, inauguraron y/o ganaron sendos reconocimientos en festivales de cine internacionales como Cannes, Venecia, y muy probablemente estén en la carrera rumbo al Oscar en 2022, estoy hablando de películas como:
- Titane (Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro de Cannes)
- Madres paralelas (la más reciente de Almodóvar)
- Spencer (de Pablo Larraín)
- La crónica francesa (Wes Anderson)
- El último duelo (de Ridley Scott)
Y he de decir que todas me decepcionaron, ya sea por la inclusión de violencia, sexo y morbo gratuitos que terminan demeritando una historia íntima, personal de ausencia de afectos y encuentro de los mismos en extraños, en la gestación de la relación de un padre que ha perdido a su hijo y una hija que busca el amor de un padre (Titane); o por querer hablar de demasiados temas a la vez, el intercambio de bebés, el deseo y alzar la voz acerca de los desaparecidos de la guerra civil española y no ser contundente en ninguno (Madres paralelas).
O bien por estar llena de clichés, ser lenta, aburrida y con un final hollywoodense y recalcitrantemente empalagoso (Spencer); por exagerar en la verborrea de los personajes sin verdaderamente tener un impacto en el discurso y opacar así la espectacularidad de la estética visual (Wes Anderson); por ser repetitiva, lenta, larguísima y retomar los diferentes puntos de vista de un mismo hecho, algo que hemos visto hasta el cansancio sin realmente aportar nada nuevo (Scott)...y así varias más...
Por lo que este año sólo tengo un único primer lugar: El poder del perro, de Jane Campion, es la mejor película que vi este 2021 (¡un western! ¡quién lo diría!). Con una fotografía majestuosa, donde la vista se pierde en el paisaje árido del desierto, Campion nos presenta una historia introspectiva, donde parece que no sucede mucho, pero en realidad sucede todo. Ubicada en 1925 en un rancho de Montana, la película se centra en los hermanos Phil (interpretado con maestría por Benedict Cumberbatch), un vaquero machista, mezquino y cruel y George (Jesse Plemons), amable, sumiso y bonachón.
Todo se complica cuando George se casa con Rose Gordon (Kirsten Dunst), la viuda del pueblo, lo que desata la ira y los celos de Phil que no soporta que su hermano sea feliz y que está seguro que la mujer sólo se ha casado con él por interés. Encima, Rose tiene un hermano homosexual, sobre el que Phil volcará todo su resentimiento y deseos de venganza...A través de un ritmo pausado y lento, la película nos adentra poco a poco en la psique de cada personaje convirtiéndose en un thriller con un desenlace espectacular que sorprende y estruja el corazón.
Y el segundo lugar se lo otorgo al más reciente filme del maestro de la cinematografía italiana contemporánea, Paolo Sorrentino, con Fue la mano de Dios, una película emotiva, nostálgica, bella y tremenda como la vida misma, un retrato íntimo y personal, con tintes biográficos acerca de la adolescencia y el significado de madurar a golpes, de conocerse a sí mismo, un homenaje al cine, a Fellini, a Nápoles y al gran Diego.
Y como tercer puesto con una mención especial, Una ronda más, del cineasta danés Thomas Vinterberg, un filme agridulce, inteligente y liberador con una actuación bestial de Mads Mikkelsen, quien se mete en la piel de un profesor en crisis existencial que decide jugar con sus colegas un peligroso juego etílico y regalarnos una de las secuencias finales más poderosas de los últimos tiempos.
A pesar de la pandemia mundial que no ha dado tregua, este 2021 fue prolífico para el cine en general y se estrenaron muchas películas que no habían podido hacerlo justamente por las restricciones que todos conocemos, y que esperábamos con ansias.
Muchas de ellas se exhibieron, inauguraron y/o ganaron sendos reconocimientos en festivales de cine internacionales como Cannes, Venecia, y muy probablemente estén en la carrera rumbo al Oscar en 2022, estoy hablando de películas como:
- Titane (Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro de Cannes)
- Madres paralelas (la más reciente de Almodóvar)
- Spencer (de Pablo Larraín)
- La crónica francesa (Wes Anderson)
- El último duelo (de Ridley Scott)
Y he de decir que todas me decepcionaron, ya sea por la inclusión de violencia, sexo y morbo gratuitos que terminan demeritando una historia íntima, personal de ausencia de afectos y encuentro de los mismos en extraños, en la gestación de la relación de un padre que ha perdido a su hijo y una hija que busca el amor de un padre (Titane); o por querer hablar de demasiados temas a la vez, el intercambio de bebés, el deseo y alzar la voz acerca de los desaparecidos de la guerra civil española y no ser contundente en ninguno (Madres paralelas).
O bien por estar llena de clichés, ser lenta, aburrida y con un final hollywoodense y recalcitrantemente empalagoso (Spencer); por exagerar en la verborrea de los personajes sin verdaderamente tener un impacto en el discurso y opacar así la espectacularidad de la estética visual (Wes Anderson); por ser repetitiva, lenta, larguísima y retomar los diferentes puntos de vista de un mismo hecho, algo que hemos visto hasta el cansancio sin realmente aportar nada nuevo (Scott)...y así varias más...
Por lo que este año sólo tengo un único primer lugar: El poder del perro, de Jane Campion, es la mejor película que vi este 2021 (¡un western! ¡quién lo diría!). Con una fotografía majestuosa, donde la vista se pierde en el paisaje árido del desierto, Campion nos presenta una historia introspectiva, donde parece que no sucede mucho, pero en realidad sucede todo. Ubicada en 1925 en un rancho de Montana, la película se centra en los hermanos Phil (interpretado con maestría por Benedict Cumberbatch), un vaquero machista, mezquino y cruel y George (Jesse Plemons), amable, sumiso y bonachón.
Todo se complica cuando George se casa con Rose Gordon (Kirsten Dunst), la viuda del pueblo, lo que desata la ira y los celos de Phil que no soporta que su hermano sea feliz y que está seguro que la mujer sólo se ha casado con él por interés. Encima, Rose tiene un hermano homosexual, sobre el que Phil volcará todo su resentimiento y deseos de venganza...A través de un ritmo pausado y lento, la película nos adentra poco a poco en la psique de cada personaje convirtiéndose en un thriller con un desenlace espectacular que sorprende y estruja el corazón.
Y el segundo lugar se lo otorgo al más reciente filme del maestro de la cinematografía italiana contemporánea, Paolo Sorrentino, con Fue la mano de Dios, una película emotiva, nostálgica, bella y tremenda como la vida misma, un retrato íntimo y personal, con tintes biográficos acerca de la adolescencia y el significado de madurar a golpes, de conocerse a sí mismo, un homenaje al cine, a Fellini, a Nápoles y al gran Diego.
Y como tercer puesto con una mención especial, Una ronda más, del cineasta danés Thomas Vinterberg, un filme agridulce, inteligente y liberador con una actuación bestial de Mads Mikkelsen, quien se mete en la piel de un profesor en crisis existencial que decide jugar con sus colegas un peligroso juego etílico y regalarnos una de las secuencias finales más poderosas de los últimos tiempos.