Antropólogos reprueban engaño en la realización de Finlandia
POR: ENCUADRES
29-12-2021 16:11:39
Luego de que un periódico publicara que los actores Erick Consuelo y Noé Hernández se hicieron pasar por antropólogos para la investigación sobre sus personajes en la película Finlandia, el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales AC., presidido por Manuel Buenrostro, ha solicitado a los actores y al director Horacio Alcalá ofrezcan una disculpa pública por la usurpación de una actividad profesional y haber engañado a los habitantes del Istmo de Oaxaca para extraer información sensible sin su consentimiento plenamente informado.
En Finlandia, Erick Consuelo y Noé Hernández dan vida a dos mujeres muxes quienes sufren la violencia y la homofobia por parte de sus familias, la cinta fue grabada en diversas locaciones del estado de Oaxaca.
Una nota publicada por El Universal apunta que los actores “se identifican como etnólogos para delinear personajes de película (...) ambos optaron por borrarse a sí mismos como actores y hacerse pasar por otra persona para documentarse sobre la comunidad y escuchar sus historias reales, esas que no se cuentan en los documentales”.
Ante esta situación, el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales AC. emitió un comunicado que señala:
"Expresamos nuestra total reprobación ante la acción de Consuelo y Hernández, quienes, sin tener el coraje para asumirse como actores en un contexto cultural diverso y complejo, usurparon la identidad profesional de los antropólogos para la construcción del rol dramático que ejecutarían como actores, lo cual capitalizarán en beneficios económicos personales a corto y largo plazo", manifiesta el Consejo Directivo del Colegio de Etnólogos y Antropólogos de México (CEAS) en un comunicado publicado en sus redes sociales.
A decir del CEAS, dicha acción, además de constituir un delito, establecido en el artículo 250 del Código Penal Federal, atenta contra el trabajo de los antropólogos quienes para poder realizar su trabajo deben ganarse la confianza de las comunidades a través de la honestidad y la transparencia de los objetivos y propósitos del estudio a realizar.
"Esta clase de engaño puede poner en riesgo la práctica de las siguientes antropólogas y los siguientes antropólogos que lleguen a esos y otros sitios; además de sentar bases para que cualquiera pretende engañar a las personas con fines espurios y ajenos al desarrollo del conocimiento", explica el Colegio en su misiva.
Ante tal hecho el CEAS exige a Consuelo, Hernández y Alcalá a realizar un "ejercicio de verdad y reparación del daño, de tal manera que en un acto público se disculpen en las localidades donde ejecutaron su farsa" al tiempo que llama a los actores y actrices a reprobar este tipo de prácticas explicando qué "la exploración artística no debe ser pretexto para socavar la dignidad, ni tomar a la ligera una práctica profesional como en la que hacemos las antropólogas y los antropólogos, y mucho menos para socavar la confianza de la gente con la que se entra en contacto para supuestos fines artísticos".
Cabe mencionar que este posicionamiento también fue respaldado por la Red Nacional de Estudiantes en Ciencias Antropológicas, RENECA, quienes hicieron un llamado a "reflexionar y a repensar el trabajo que tanto desde las ciencias sociales como desde las artes realizadas para y con las comunidades. Lo anterior implica respetar las decisiones y la confidencialidad de lxs sujetxs de estudio y de las comunidades".
Luego de que un periódico publicara que los actores Erick Consuelo y Noé Hernández se hicieron pasar por antropólogos para la investigación sobre sus personajes en la película Finlandia, el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales AC., presidido por Manuel Buenrostro, ha solicitado a los actores y al director Horacio Alcalá ofrezcan una disculpa pública por la usurpación de una actividad profesional y haber engañado a los habitantes del Istmo de Oaxaca para extraer información sensible sin su consentimiento plenamente informado.
En Finlandia, Erick Consuelo y Noé Hernández dan vida a dos mujeres muxes quienes sufren la violencia y la homofobia por parte de sus familias, la cinta fue grabada en diversas locaciones del estado de Oaxaca.
Una nota publicada por El Universal apunta que los actores “se identifican como etnólogos para delinear personajes de película (...) ambos optaron por borrarse a sí mismos como actores y hacerse pasar por otra persona para documentarse sobre la comunidad y escuchar sus historias reales, esas que no se cuentan en los documentales”.
Ante esta situación, el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales AC. emitió un comunicado que señala:
"Expresamos nuestra total reprobación ante la acción de Consuelo y Hernández, quienes, sin tener el coraje para asumirse como actores en un contexto cultural diverso y complejo, usurparon la identidad profesional de los antropólogos para la construcción del rol dramático que ejecutarían como actores, lo cual capitalizarán en beneficios económicos personales a corto y largo plazo", manifiesta el Consejo Directivo del Colegio de Etnólogos y Antropólogos de México (CEAS) en un comunicado publicado en sus redes sociales.
A decir del CEAS, dicha acción, además de constituir un delito, establecido en el artículo 250 del Código Penal Federal, atenta contra el trabajo de los antropólogos quienes para poder realizar su trabajo deben ganarse la confianza de las comunidades a través de la honestidad y la transparencia de los objetivos y propósitos del estudio a realizar.
"Esta clase de engaño puede poner en riesgo la práctica de las siguientes antropólogas y los siguientes antropólogos que lleguen a esos y otros sitios; además de sentar bases para que cualquiera pretende engañar a las personas con fines espurios y ajenos al desarrollo del conocimiento", explica el Colegio en su misiva.
Ante tal hecho el CEAS exige a Consuelo, Hernández y Alcalá a realizar un "ejercicio de verdad y reparación del daño, de tal manera que en un acto público se disculpen en las localidades donde ejecutaron su farsa" al tiempo que llama a los actores y actrices a reprobar este tipo de prácticas explicando qué "la exploración artística no debe ser pretexto para socavar la dignidad, ni tomar a la ligera una práctica profesional como en la que hacemos las antropólogas y los antropólogos, y mucho menos para socavar la confianza de la gente con la que se entra en contacto para supuestos fines artísticos".
Cabe mencionar que este posicionamiento también fue respaldado por la Red Nacional de Estudiantes en Ciencias Antropológicas, RENECA, quienes hicieron un llamado a "reflexionar y a repensar el trabajo que tanto desde las ciencias sociales como desde las artes realizadas para y con las comunidades. Lo anterior implica respetar las decisiones y la confidencialidad de lxs sujetxs de estudio y de las comunidades".