Rigoberto Perezcano y la protección del cine mexicano
POR: ULISES CASTAÑEDA
14-10-2015 17:28:09
El cineasta italiano Ettore Scola dice que “el cine es un espejo pintado”, en ese sentido, el director de origen zapoteco Rigoberto Perezcano podría ser un ejemplo pues parece tener el carácter de los protagonistas de sus películas. En 2009 presentó Norteado, en la que el actor Harold Torres da vida a Andrés, un oaxaqueño que busca cruzar la frontera, un hombre precavido, humilde, retraído pero con una firme convicción en lo que quiere; mientras que el pasado fin de semana el cineasta estrenó en salas comerciales su segundo largometraje Carmín tropical, protagonizado por “Mabel”, un travesti callado pero curioso, sensato y con una firme convicción por buscar la justicia.
Rigoberto Perezcano estrenó Carmín Tropical en el Festival Internacional de Cine de Morelia y obtuvo el premio a Mejor Película. En ese momento mostraba su efusividad con cautela ante los elogios, no perdía el piso y siempre tuvo claro los objetivos de su filme, lo mismo que su opinión respecto al cine mexicano, con ímpetu hacia el buen momento que atraviesa la producción fílmica.
“Hace años que las películas mexicanas tienen muy buena repercusión, se ha demostrado que es importante a nivel mundial con premios en Cannes, sería bueno que hubiera una protección al cine mexicano, yo no sé de algún senador o diputado que lo defienda aún cuando es evidente el crecimiento”, comentó en aquella entrevista sin perder la cordura. Era una manifestación clara.
“Esperamos que en las salas de cine haya una exhibición digna, que las películas estén de tres a cuatro semanas para que tengan oportunidad de ser vistas, no importan las nominaciones ni los premios internacionales, pero si la gente a la que tiene que llegar”, añadió Perezcano, quien responsabilizó a las grandes cadenas cinematográficas que la gente no vea cine mexicano, “son ellos los que se encargan de poner películas muy malas, cine basura y se olvidan de que debe haber cine para todos”.
A un año de distancia, el realizador mantiene su postura sobre lo que el cine mexicano necesita para consolidarse: “Desde hace muchos años el cine mexicano goza de buena salud por su diversidad de creadores. Sin embargo, creo que el gran reto ahora es que la gente se acerque a su cine, que las películas tengan acceso al público con buenos horarios, que lo protejan, porque son películas que se realizan con dinero público, con los impuestos de cada uno de nosotros”, dijo en entrevista con Encuadres.
“Tenemos buenos temas, diversidad de directores y se ganan premios internacionales, creo que lo que hace falta es protegerlo, estamos en el camino correcto para producir y exhibir cine mexicano, pero mientras no se proteja su exhibición no podemos hablar de industria”, agregó Perezcano con la misma convicción con la que Mabel busca la justicia ante el asesinato de su amiga y con la humildad de Andrés, aquel oaxaqueño que espera llegar a Estados Unidos.
Rigoberto en el espejo Carmín
“Con este filme (Carmín Tropical) hablo de ser capaces de poder convivir y aceptar las diferencias, creo que eso es lo maravilloso de una comunidad”, afirma el cineasta sobre su película, cuya historia contrapone el tema de la tolerancia de género en las comunidades muxes de Oaxaca a través de una trama de investigación criminal.
La cinta nos cuenta la historia de Mabel y su encuentro con el pasado tras enterarse de que su mejor amiga fue asesinada. Ella radica en Veracruz pero la noticia la hace regresar a la tierra que la vio brillar como una de las cantantes de cabaret más reconocidas de la comunidad, pero que dejó para ir en busca del amor. Sin sentimentalismos vanos, Mabel vuelve a sentir el calor de una tierra pero con aire pesado por la tragedia de su amiga muxe asesinada, un caso que parece estar resuelto pero que ella no termina de aceptar. Movida por su curiosidad, Mabel busca descubrir la verdad, pero en el camino desmenuzará el impacto del travestismo a través de momentos de nostalgia, amor y traición.
“Es una película que te habla de la tolerancia, de lo fuerte que puede ser aceptar una sexualidad diferente; fue difícil compaginar la intolerancia a través de la historia, hay un paralelismo entre la tolerancia y la intolerancia (…) La película retrata la apertura que hay en Juchitán, pues cuando uno investiga sobre los muxes ellos siempre destacan el lado festivo sin ir más allá, por ese motivo queríamos contar una historia de lo que no se dice y sobre los crímenes contra ellos”, explicó Rigoberto Perezcano.
“Es lamentable cómo incrementa el número de crímenes contra homosexuales y feminicidios en el país, me da mucha tristeza y creo que Carmín tropical levanta la mano para mostrar lo que está pasando en estos lugares”, agregó el realizador.
Se trata de un filme que si bien tiene como protagonista a un muxe, un hombre que decide vivir su vida como mujer, habla del respeto a la diversidad sexual de una manera brillante y elegante sin caer en una campaña a favor de la homosexualidad: “No es una película homosexual, no es una película panfletaria que diga vamos a ponernos todos faldas, medias y tacones”, comentó.
“Es una película que habla sobre la homosexualidad y lo bello que resulta cuando eres capaz de aceptar una preferencia, pero también habla de intolerancia, crímenes y muerte, sobre investigación policíaca y eso creo que tiene una particularidad que la hace única. Creo que nunca se había hablado de los muxes desde esta dimensión, yo pretendía hablar de un tema universal”, añadió.
La búsqueda de un cine diferente
Perezcano pertenece a una generación de cineastas que han ampliado el abanico de posibilidades sobre los temas que se pueden llevar a la pantalla grande, al respecto explica su interés por contar la historia de la comunidad muxe a través del género policíaco, a través de un pink noir que mezcla elementos de otros géneros como el documental y cuestiona si una femme fatale debe ser necesariamente mujer:
“Es una película vista a través del espectador, quien investiga junto con Mabel para encontrar al asesino. En los códigos del género negro no te enteras quién es el asesino sino hasta que es preciso y en ese sentido creo que la película lo cumple, nunca hablamos de engaño y si acaso lo llamaría un engaño elegante como cuando nos gustan las novelas de crímenes en los que disfrutas sin que te des cuenta que descubriste junto con el protagonista al asesino; no te sientes engañado ni defraudado”, explicó.
Perezcano reiteró su interés por buscar nuevas maneras de hacer cine o encontrar temas alternativos que explorar, “me interesan porque me permiten explorar mundos desconocidos y aprender de ellos, además de asumir nuevos retos cinematográficos”, destacó el cineasta.
Actualmente, el cineasta se encuentra en la planificación de su siguiente proyecto fílmico, por el momento, tiene claro que tendrá como escenario principal la ciudad de Oxaca para luego buscar trabajar fuera del país “no importa si será en francés, inglés o turco, mi plan es hacer una película fuera”. Solo nos queda esperar con qué color pintará su siguiente espejo en el cine.
*
Ahora puedes ver Carmín tropical sin salir de casa y de Encuadres, solo crea tu cuenta con Eyelet, no necesitas tarjeta de crédito o debito. Recuerda que tu primera renta te la disparamos nosotros
El cineasta italiano Ettore Scola dice que “el cine es un espejo pintado”, en ese sentido, el director de origen zapoteco Rigoberto Perezcano podría ser un ejemplo pues parece tener el carácter de los protagonistas de sus películas. En 2009 presentó Norteado, en la que el actor Harold Torres da vida a Andrés, un oaxaqueño que busca cruzar la frontera, un hombre precavido, humilde, retraído pero con una firme convicción en lo que quiere; mientras que el pasado fin de semana el cineasta estrenó en salas comerciales su segundo largometraje Carmín tropical, protagonizado por “Mabel”, un travesti callado pero curioso, sensato y con una firme convicción por buscar la justicia.
Rigoberto Perezcano estrenó Carmín Tropical en el Festival Internacional de Cine de Morelia y obtuvo el premio a Mejor Película. En ese momento mostraba su efusividad con cautela ante los elogios, no perdía el piso y siempre tuvo claro los objetivos de su filme, lo mismo que su opinión respecto al cine mexicano, con ímpetu hacia el buen momento que atraviesa la producción fílmica.
“Hace años que las películas mexicanas tienen muy buena repercusión, se ha demostrado que es importante a nivel mundial con premios en Cannes, sería bueno que hubiera una protección al cine mexicano, yo no sé de algún senador o diputado que lo defienda aún cuando es evidente el crecimiento”, comentó en aquella entrevista sin perder la cordura. Era una manifestación clara.
“Esperamos que en las salas de cine haya una exhibición digna, que las películas estén de tres a cuatro semanas para que tengan oportunidad de ser vistas, no importan las nominaciones ni los premios internacionales, pero si la gente a la que tiene que llegar”, añadió Perezcano, quien responsabilizó a las grandes cadenas cinematográficas que la gente no vea cine mexicano, “son ellos los que se encargan de poner películas muy malas, cine basura y se olvidan de que debe haber cine para todos”.
A un año de distancia, el realizador mantiene su postura sobre lo que el cine mexicano necesita para consolidarse: “Desde hace muchos años el cine mexicano goza de buena salud por su diversidad de creadores. Sin embargo, creo que el gran reto ahora es que la gente se acerque a su cine, que las películas tengan acceso al público con buenos horarios, que lo protejan, porque son películas que se realizan con dinero público, con los impuestos de cada uno de nosotros”, dijo en entrevista con Encuadres.
“Tenemos buenos temas, diversidad de directores y se ganan premios internacionales, creo que lo que hace falta es protegerlo, estamos en el camino correcto para producir y exhibir cine mexicano, pero mientras no se proteja su exhibición no podemos hablar de industria”, agregó Perezcano con la misma convicción con la que Mabel busca la justicia ante el asesinato de su amiga y con la humildad de Andrés, aquel oaxaqueño que espera llegar a Estados Unidos.
Rigoberto en el espejo Carmín
“Con este filme (Carmín Tropical) hablo de ser capaces de poder convivir y aceptar las diferencias, creo que eso es lo maravilloso de una comunidad”, afirma el cineasta sobre su película, cuya historia contrapone el tema de la tolerancia de género en las comunidades muxes de Oaxaca a través de una trama de investigación criminal.
La cinta nos cuenta la historia de Mabel y su encuentro con el pasado tras enterarse de que su mejor amiga fue asesinada. Ella radica en Veracruz pero la noticia la hace regresar a la tierra que la vio brillar como una de las cantantes de cabaret más reconocidas de la comunidad, pero que dejó para ir en busca del amor. Sin sentimentalismos vanos, Mabel vuelve a sentir el calor de una tierra pero con aire pesado por la tragedia de su amiga muxe asesinada, un caso que parece estar resuelto pero que ella no termina de aceptar. Movida por su curiosidad, Mabel busca descubrir la verdad, pero en el camino desmenuzará el impacto del travestismo a través de momentos de nostalgia, amor y traición.
“Es una película que te habla de la tolerancia, de lo fuerte que puede ser aceptar una sexualidad diferente; fue difícil compaginar la intolerancia a través de la historia, hay un paralelismo entre la tolerancia y la intolerancia (…) La película retrata la apertura que hay en Juchitán, pues cuando uno investiga sobre los muxes ellos siempre destacan el lado festivo sin ir más allá, por ese motivo queríamos contar una historia de lo que no se dice y sobre los crímenes contra ellos”, explicó Rigoberto Perezcano.
“Es lamentable cómo incrementa el número de crímenes contra homosexuales y feminicidios en el país, me da mucha tristeza y creo que Carmín tropical levanta la mano para mostrar lo que está pasando en estos lugares”, agregó el realizador.
Se trata de un filme que si bien tiene como protagonista a un muxe, un hombre que decide vivir su vida como mujer, habla del respeto a la diversidad sexual de una manera brillante y elegante sin caer en una campaña a favor de la homosexualidad: “No es una película homosexual, no es una película panfletaria que diga vamos a ponernos todos faldas, medias y tacones”, comentó.
“Es una película que habla sobre la homosexualidad y lo bello que resulta cuando eres capaz de aceptar una preferencia, pero también habla de intolerancia, crímenes y muerte, sobre investigación policíaca y eso creo que tiene una particularidad que la hace única. Creo que nunca se había hablado de los muxes desde esta dimensión, yo pretendía hablar de un tema universal”, añadió.
La búsqueda de un cine diferente
Perezcano pertenece a una generación de cineastas que han ampliado el abanico de posibilidades sobre los temas que se pueden llevar a la pantalla grande, al respecto explica su interés por contar la historia de la comunidad muxe a través del género policíaco, a través de un pink noir que mezcla elementos de otros géneros como el documental y cuestiona si una femme fatale debe ser necesariamente mujer:
“Es una película vista a través del espectador, quien investiga junto con Mabel para encontrar al asesino. En los códigos del género negro no te enteras quién es el asesino sino hasta que es preciso y en ese sentido creo que la película lo cumple, nunca hablamos de engaño y si acaso lo llamaría un engaño elegante como cuando nos gustan las novelas de crímenes en los que disfrutas sin que te des cuenta que descubriste junto con el protagonista al asesino; no te sientes engañado ni defraudado”, explicó.
Perezcano reiteró su interés por buscar nuevas maneras de hacer cine o encontrar temas alternativos que explorar, “me interesan porque me permiten explorar mundos desconocidos y aprender de ellos, además de asumir nuevos retos cinematográficos”, destacó el cineasta.
Actualmente, el cineasta se encuentra en la planificación de su siguiente proyecto fílmico, por el momento, tiene claro que tendrá como escenario principal la ciudad de Oxaca para luego buscar trabajar fuera del país “no importa si será en francés, inglés o turco, mi plan es hacer una película fuera”. Solo nos queda esperar con qué color pintará su siguiente espejo en el cine.
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Ahora puedes ver Carmín tropical sin salir de casa y de Encuadres, solo crea tu cuenta con Eyelet, no necesitas tarjeta de crédito o debito. Recuerda que tu primera renta te la disparamos nosotros