El Gran Fellove y la promesa de Matt Dillon
POR: NANCY MORA
21-10-2020 00:17:31
El amor por la música afrocubana y descubrir a Francisco Fellove Valdés como parte de esa oleada de músicos cubanos que en la década de los 50 encontraron en México el lugar idóneo para brillar, llevó a Matt Dillon a filmar el documental El Gran Fellove, un homenaje al hombre que dedicó su vida a la música, poseedor de un estilo inigualable y cuya grandeza se fue diluyendo con el paso del tiempo hasta quedar prácticamente en el olvido.
“Este viaje tuvo muchos inicios, cuando me encontré por primera vez con la música de Fellove busqué a Joey Altruda, ambos amamos la música afrocubana, le presenté a Fellove y le propusimos grabar un disco”, comentó Matt Dillon, quien inició esta aventura con la complicidad de Joey en 1999, dos décadas después del último disco de estudio de Fellove.
El documental, que tendrá una función especial en el 18 Festival Internacional de Cine de Morelia luego de ser muy bien recibido en el Festival de San Sebastian, es una carta de amor al Gran Fellove, pero también a México en la época en que abrió su corazón a los músicos cubanos exiliados, quienes encontraron aquí las oportunidades que no tenían en su país.
Por ello, Matt Dillon ve esta función especial como un regreso a casa para la película, porque todo comenzó aquí, porque aunque Francisco Fellove Valdés nació en Cuba, El Gran Fellove se hizo en México, se nacionalizó mexicano y su corazón siempre perteneció a este país, donde vivió la mayor parte de su vida y murió en 2013.
La grabación del disco de El Gran Fellove, en el que también participan Joey Altruda, el trompetista Alfredo "Chocolate" Armenteros (1928-2016) y otros músicos cubanos y mexicanos en 1999, es el hilo conductor del documental dirigido por Dillon, pero también el pretexto perfecto para mostrarnos entrevistas con músicos cubanos de los años 50, la vida nocturna de aquella época, la importancia de la industria musical, imágenes de Cuba durante el periodo especial , todo a través de un archivo fílmico invaluable.
“Aprendí que me interesan los documentales sobre personas, no sobre cosas o eventos, entendí que si estás conectado con los sujetos de tu película puedes absorber mucho mejor la información, porque lo más importante es sentir una conexión, eso fue muy importante en esta película”, aseguró Matt Dillon.
Lo más complicado, agregó, fue que al momento de filmar la película no tenían un guion, todo cambiaba constantemente, “sabía que el material que iba filmando durante la grabación del disco era maravilloso, sin embargo, no fue fácil saber por dónde contar la historia, así que cuando regresé a México me concentré en la historia de los cubanos. En ese momento Fellove ya estaba viviendo en la Casa del Actor, ya no pude verlo y nunca tuve la intención de filmarlo cuando ya se encontraba mal de salud, teníamos material muy bueno de 1999, así que no era necesario”.
Aunque Matt no pudo volver a ver a Fellove, quien en la película lo llama Mateo, sabía que tenía una promesa que cumplirle a su amigo, al músico que era capaz de convertirse en su propia orquesta, siempre supo que era una película muy especial y aunque han pasado muchos años desde que inició este viaje, está convencido de que es el mejor momento para que salga a la luz, tanto la película como el disco grabado en 1999 y que saldrá al mercado en 2021.
Conocer al Gran Fellove, ser su amigo, realizar este documental, entrevistar a su hijastra y amigos, sin duda, fue para Matt Dillon algo muy poderoso, “en algún momento de la película Fellove dice que Dios me había mandado para cuidarlo, sentí en ese momento que yo le estaba haciendo la promesa de contar su historia, él lo sabía pero decía que eso no iba a pasar mientras tuviera vida para ver su película, es algo melancólico, pero siempre fue un placer estar al lado de él, incluso en San Sebastian lo sentí muy cerca de mí”, concluyó el actor.
El amor por la música afrocubana y descubrir a Francisco Fellove Valdés como parte de esa oleada de músicos cubanos que en la década de los 50 encontraron en México el lugar idóneo para brillar, llevó a Matt Dillon a filmar el documental El Gran Fellove, un homenaje al hombre que dedicó su vida a la música, poseedor de un estilo inigualable y cuya grandeza se fue diluyendo con el paso del tiempo hasta quedar prácticamente en el olvido.
“Este viaje tuvo muchos inicios, cuando me encontré por primera vez con la música de Fellove busqué a Joey Altruda, ambos amamos la música afrocubana, le presenté a Fellove y le propusimos grabar un disco”, comentó Matt Dillon, quien inició esta aventura con la complicidad de Joey en 1999, dos décadas después del último disco de estudio de Fellove.
El documental, que tendrá una función especial en el 18 Festival Internacional de Cine de Morelia luego de ser muy bien recibido en el Festival de San Sebastian, es una carta de amor al Gran Fellove, pero también a México en la época en que abrió su corazón a los músicos cubanos exiliados, quienes encontraron aquí las oportunidades que no tenían en su país.
Por ello, Matt Dillon ve esta función especial como un regreso a casa para la película, porque todo comenzó aquí, porque aunque Francisco Fellove Valdés nació en Cuba, El Gran Fellove se hizo en México, se nacionalizó mexicano y su corazón siempre perteneció a este país, donde vivió la mayor parte de su vida y murió en 2013.
La grabación del disco de El Gran Fellove, en el que también participan Joey Altruda, el trompetista Alfredo "Chocolate" Armenteros (1928-2016) y otros músicos cubanos y mexicanos en 1999, es el hilo conductor del documental dirigido por Dillon, pero también el pretexto perfecto para mostrarnos entrevistas con músicos cubanos de los años 50, la vida nocturna de aquella época, la importancia de la industria musical, imágenes de Cuba durante el periodo especial , todo a través de un archivo fílmico invaluable.
“Aprendí que me interesan los documentales sobre personas, no sobre cosas o eventos, entendí que si estás conectado con los sujetos de tu película puedes absorber mucho mejor la información, porque lo más importante es sentir una conexión, eso fue muy importante en esta película”, aseguró Matt Dillon.
Lo más complicado, agregó, fue que al momento de filmar la película no tenían un guion, todo cambiaba constantemente, “sabía que el material que iba filmando durante la grabación del disco era maravilloso, sin embargo, no fue fácil saber por dónde contar la historia, así que cuando regresé a México me concentré en la historia de los cubanos. En ese momento Fellove ya estaba viviendo en la Casa del Actor, ya no pude verlo y nunca tuve la intención de filmarlo cuando ya se encontraba mal de salud, teníamos material muy bueno de 1999, así que no era necesario”.
Aunque Matt no pudo volver a ver a Fellove, quien en la película lo llama Mateo, sabía que tenía una promesa que cumplirle a su amigo, al músico que era capaz de convertirse en su propia orquesta, siempre supo que era una película muy especial y aunque han pasado muchos años desde que inició este viaje, está convencido de que es el mejor momento para que salga a la luz, tanto la película como el disco grabado en 1999 y que saldrá al mercado en 2021.
Conocer al Gran Fellove, ser su amigo, realizar este documental, entrevistar a su hijastra y amigos, sin duda, fue para Matt Dillon algo muy poderoso, “en algún momento de la película Fellove dice que Dios me había mandado para cuidarlo, sentí en ese momento que yo le estaba haciendo la promesa de contar su historia, él lo sabía pero decía que eso no iba a pasar mientras tuviera vida para ver su película, es algo melancólico, pero siempre fue un placer estar al lado de él, incluso en San Sebastian lo sentí muy cerca de mí”, concluyó el actor.