Ven y Mira en la Cineteca Nacional
POR: JAVIER QUINTANAR POLANCO
16-06-2019 16:23:50
“Esta película rusa de 1985 es uno de los filmes más devastadores jamás vistos. En ella, los sobrevivientes deben tenerle envidia a los muertos”. Con estas palabras, el afamado crítico Roger Ebert describía a Ven y Mira (Idí i smotrí, Unión Soviética, 1985), largometraje realizado por el ya fallecido director ruso Elem Klímov, el cual constituye uno de los discursos antibelicistas más duros y devastadores que se haya filmado.
Klímov formó parte de la misma generación de cineastas a la que pertenecieron Andrei Tarkovski y Larisa Shepitko (realizadora con la cual Elem contrajo matrimonio) y trabajó continuamente desde finales de los años cincuenta hasta mediados de los ochenta en la ahora extinta Unión Soviética, donde lo mismo gozó de períodos de libertad creativa absoluta, seguido de otros en los cuales padeció represión y censura como ocurrió con su cinta Agonía (Agoniya, 1981).
Sin duda, el trabajo más conocido e influyente de Klímov fue Ven y mira, última obra dirigida por el cineasta y que en su momento causó gran revuelo dentro y fuera de su nación, haciéndose merecedora del Premio Dorado y el FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Moscú.
Considerada una de las mejores películas del cine mundial (incluso se encuentra dentro del ranking de los mejores 250 filmes de la historia elegidas por los usuarios de IMDB), a la fecha mantiene la reputación de ser una de las cintas de guerra más brutales e impresionantes del cine soviético, misma que ha intentado ser imitada e igualada alrededor del orbe.
Basada en las masacres perpetradas por los nazis en Bielorrusia durante la Segunda Guerra Mundial, donde más de 620 aldeas fueron quemadas junto con todos sus habitantes, la trama es contada a través de los ojos de un adolescente el cual quiere unirse a los partisanos, y quien progresivamente irá atestiguando la violencia, el sufrimiento y los despiadados asesinatos en masa que el ser humano es capaz de perpetrar. Combinando un realismo minucioso con momentos de lirismo, Elem Klímov concibe un alegato antibélico valiéndose de una cámara siempre en movimiento y una agobiante atmósfera expresionista que dejan al espectador en estado de shock.
Ven y Mira es todo un clásico el cual ha cobrado nueva vida gracias a que recientemente fue restaurado por la legendaria Mosfilm. Dicho trabajo de restauración fue supervisado por el veterano realizador Karen Shakhnazarov en los laboratorios Mosfilm Cinema Concern, y el resultado fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2017, donde obtuvo el Premio Venice Classics.
La Cineteca Nacional logró incluir esta versión restaurada en la edición 66 de la Muestra Internacional de Cine, donde fue una de las películas que logró atraer mayor cantidad de público. Y a partir del 14 de junio tendrá su reestreno en salas de dicha institución, y posteriormente iniciará su recorrido por el circuito cultural del interior de la República Mexicana.
“Esta película rusa de 1985 es uno de los filmes más devastadores jamás vistos. En ella, los sobrevivientes deben tenerle envidia a los muertos”. Con estas palabras, el afamado crítico Roger Ebert describía a Ven y Mira (Idí i smotrí, Unión Soviética, 1985), largometraje realizado por el ya fallecido director ruso Elem Klímov, el cual constituye uno de los discursos antibelicistas más duros y devastadores que se haya filmado.
Klímov formó parte de la misma generación de cineastas a la que pertenecieron Andrei Tarkovski y Larisa Shepitko (realizadora con la cual Elem contrajo matrimonio) y trabajó continuamente desde finales de los años cincuenta hasta mediados de los ochenta en la ahora extinta Unión Soviética, donde lo mismo gozó de períodos de libertad creativa absoluta, seguido de otros en los cuales padeció represión y censura como ocurrió con su cinta Agonía (Agoniya, 1981).
Sin duda, el trabajo más conocido e influyente de Klímov fue Ven y mira, última obra dirigida por el cineasta y que en su momento causó gran revuelo dentro y fuera de su nación, haciéndose merecedora del Premio Dorado y el FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Moscú.
Considerada una de las mejores películas del cine mundial (incluso se encuentra dentro del ranking de los mejores 250 filmes de la historia elegidas por los usuarios de IMDB), a la fecha mantiene la reputación de ser una de las cintas de guerra más brutales e impresionantes del cine soviético, misma que ha intentado ser imitada e igualada alrededor del orbe.
Basada en las masacres perpetradas por los nazis en Bielorrusia durante la Segunda Guerra Mundial, donde más de 620 aldeas fueron quemadas junto con todos sus habitantes, la trama es contada a través de los ojos de un adolescente el cual quiere unirse a los partisanos, y quien progresivamente irá atestiguando la violencia, el sufrimiento y los despiadados asesinatos en masa que el ser humano es capaz de perpetrar. Combinando un realismo minucioso con momentos de lirismo, Elem Klímov concibe un alegato antibélico valiéndose de una cámara siempre en movimiento y una agobiante atmósfera expresionista que dejan al espectador en estado de shock.
Ven y Mira es todo un clásico el cual ha cobrado nueva vida gracias a que recientemente fue restaurado por la legendaria Mosfilm. Dicho trabajo de restauración fue supervisado por el veterano realizador Karen Shakhnazarov en los laboratorios Mosfilm Cinema Concern, y el resultado fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2017, donde obtuvo el Premio Venice Classics.
La Cineteca Nacional logró incluir esta versión restaurada en la edición 66 de la Muestra Internacional de Cine, donde fue una de las películas que logró atraer mayor cantidad de público. Y a partir del 14 de junio tendrá su reestreno en salas de dicha institución, y posteriormente iniciará su recorrido por el circuito cultural del interior de la República Mexicana.