Muhammad Ali y los grandes boxeadores de la pantalla grande
POR: ULISES CASTAÑEDA
08-06-2016 10:27:26
El boxeo ha sido inspiración de diversas historias tanto en la literatura, la televisión y el cine, diversos filmes han tenido el pugilismo como temática principal. Desde los albores del cine personajes como Charles Chaplin y Buster Keaton comenzaron a tener los rings de boxeo como escenario para desarrollar sus historias sobre boxeo, un mundo al que también se han acercado cineastas como Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick y Martin Scorsese, a quienes vale la pena recordar tras la reciente muerte de Muhammad Ali, quien también tuvo un breve paso por la pantalla grande y cuya carrera inspiró otros filmes.
Considerado el mejor boxeador de todos los tiempos por muchos entendidos en la materia, Ali también llevaba 32 años sufriendo el desgate del Parkinson, sin embargo, a lo largo de su carrera fue un gran vencedor y dejó huella no solo en el ring, también en el cine. En 1977 tuvo la oportunidad de mostrar su historia en la pantalla al actuar y producir El más grande, filme dirigido por Tom Gries y Monte Hellman en el que se muestra el proceso desde que nació en uno de los ambientes más marginales de la sociedad americana con el nombre de Cassius Clay hasta que alcanzó la cima del boxeo.
Otro filme destacado que inspiró Alí fue When We Were Kings (1996), un documental que revive al Estados Unidos de 1974, en el cual se vivía la resaca del Watergate y la dimisión de Nixon, el activismo negro y, sobre todo, los míticos combates de boxeo -especialmente el de Muhammad Ali contra George Foreman en el Zaire- en los que Ali, un hombre negro, se convirtió en un símbolo para su raza. Dirigido por Leon Coast la cinta ganó el Oscar al Mejor Documental.
El otro filme destacado sobre el boxeador fue Ali, una biopic dirigida por Michael Mann en 2001, protagonizado por Will Smith, que alcanzó la nominación al Oscar al Mejor Actor. El filme hace un viaje a la historia de Ali desde sus orígenes hasta cuando se convirtió en uno de los personajes más entrañables de la historia contemporánea de Estados Unidos.
Alí también tiene otros títulos menos recordados entre los cuales destacan los documentales I am Ali (2014), dirigido por Clare Lewins; Facing Ali, de Pete McCormack; The trials of Muhammad Ali, de Bill Siegel yThrilla in Manila sobre la última pelea entre Ali y Joe Frazier.
El pugilismo en el cine. El interés por mostrar las emociones del boxeo en el cine se remontan a los inicios del mismo cine, en 1891 se filmò el cortometraje Men Boxing, de William K.L. Dickson y William Heise en los Laboratorios Edison de West Orange, Nueva Jersey, pero la producción no fue exhibida en público.
Las primeras grandes películas sobre el pugilismo llegaron de la mano de los grandes cineastas, primero Charles Chaplin se subió a un ring en la cinta The Champion (1915) y posteriormente el otro grande de la época Buster Keaton hizo lo propio con Battling Butler (1926), sin embargo pocos saben que Alfred Hitchcock comenzó a experimentar el suspenso con la cinta The ring (1927) sobre la historia de un boxeador australiano que oculta su verdadera identidad.
En la década de los años 30, destacaron los filmes La Vía Lactea, de Leo McCarey (1936) y Kid Galahad, de Michael Curtiz (1937), mientras que en la década siguiente también hubo otros como El caballero audaz, de Raoul Walsh (1942), Cuerpo y alma, de Robert Rossen (1947), El ídolo de barro, de Mark Robson (1949) yNadie puede vencerme, de Robert Wise (1949), que permitieron ver a actores como Errol Flynn, John Garfield y Kirk Douglas hacerla de memorables boxeadores.
En los años 50 también destacaron otras figuras por entrar al mundo del boxeo. De entrada el primer filme de Stanley Kubrick, llamado Day of the fight (1951), cortometraje documental que narra la vida del boxeador irlandés Walter Cartier; posteriormente John Ford estrenó El hombre tranquilo (1952), con John Wayne como protagonista y Mark Robson destacó con Más dura será la caída (1956) con Humphrey Bogart al frente del reparto. En 1956 Paul Newman dio vida a un boxeador en Marcado por el odio, de Robert Wise, nada más y nada menos que la representación en la pantalla grande de Rocky Graziano.
Otra estrella que se puso los guantes de box fue Alain Delon en Rocco y sus hermanos (1960), de Luchino Visconti, así como Anthony Quinn en Réquiem para un luchador (1962), de Ralph Nelson, que llegó el mismo año que Kid Galahad, de Phil Karlson que tuvo como estrella a Elvis Presley como un prometedor boxeador.
Antes de la llegada del fenómeno de Rocky en los años 70 hubo otros filmes que destacaron en esa década. La primera fue La gran esperanza blanca, de Michael Ritt (1970), posteriormente Fat city, ciudad dorada, de John Huston (1972) con Stacy Keach y Jeff Bridges; y luego Hard times, de Walter Hill (1975) protagonizada por Charles Bronson. Posteriormente llegaron otras como Combate de fondo (1979), de Howard Zieff y la conmovedora El campeón (1979), de Franco Zeffirelli.
El tema del pugilismo en el cine no fue el mismo desde la llegada a las pantallas de Rocky, en 1976, una historia que se prolongó por décadas con un total de siete filmes, siendo el último Creed, la leyenda de Rocky, de Ryan Coogler. El aclamado personaje creado por Sylvester Stallone inspirado en el boxeador Rocky Marciano, uno de los grandes rivales de Muhammad Ali.
En los años 80 llegó otro personaje legendario en la pantalla grande con el estreno de Toro Salvaje (1980), de Martin Scorsese, con Robert DeNiro en el papel de Jake LaMotta; destacaron también otros como Yo hice a Roque III (1980), de Mariano Ozores y Homeboy (1988), de Michael Seresin con Mickey Rourke como un autodestructivo peleador.
En los años 90 figuraron El golpe perfecto (1992), de Michael Ritchie; Corazón de campeón (1997), de John Hamilton; Boxer: Golpe a la vida (1997), de Jim Sheridan, con Daniel Day-Lewis; Hasta el último round(1999), de Ron Shelton, con Antonio Banderas en los guantes y Huracán Carter (1999), de Norman Jewison, con uno de los mejores trabajos de Denzel Washington.
El nuevo milenio también trajo grandes filmes como Girlfight (2000), de Karyn Kusama, con Michelle Rodríguez; La gran pelea (2002), de Walter Hill, con Wesley Snipes; Million Dollar Baby (2004), de Clint Eastwood y un gran trabajo de Hilary Swank; Contra las cuerdas (2004), de Charles S. Dutton; El luchador(2005), de Ron Howard, con Russell Crowe como Cinderella Man y El último asalto (2007), de Rod Lurie.
Los últimos grandes filmes han sido The fighter, de David O. Russell (2010), con grandes actuaciones de Christian Bale y Mark Wahlberg y Southpaw, revancha (2015), de Antoine Fuqua con un papel destacado de Jake Gyllenhaal, mientras que este año llegará a las salas el filme Manos de piedra, de Jonathan Jakubowicz (2016), con Edgar Ramírez y Robert De Niro al frente del reparto.
El boxeo ha sido inspiración de diversas historias tanto en la literatura, la televisión y el cine, diversos filmes han tenido el pugilismo como temática principal. Desde los albores del cine personajes como Charles Chaplin y Buster Keaton comenzaron a tener los rings de boxeo como escenario para desarrollar sus historias sobre boxeo, un mundo al que también se han acercado cineastas como Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick y Martin Scorsese, a quienes vale la pena recordar tras la reciente muerte de Muhammad Ali, quien también tuvo un breve paso por la pantalla grande y cuya carrera inspiró otros filmes.
Considerado el mejor boxeador de todos los tiempos por muchos entendidos en la materia, Ali también llevaba 32 años sufriendo el desgate del Parkinson, sin embargo, a lo largo de su carrera fue un gran vencedor y dejó huella no solo en el ring, también en el cine. En 1977 tuvo la oportunidad de mostrar su historia en la pantalla al actuar y producir El más grande, filme dirigido por Tom Gries y Monte Hellman en el que se muestra el proceso desde que nació en uno de los ambientes más marginales de la sociedad americana con el nombre de Cassius Clay hasta que alcanzó la cima del boxeo.
Otro filme destacado que inspiró Alí fue When We Were Kings (1996), un documental que revive al Estados Unidos de 1974, en el cual se vivía la resaca del Watergate y la dimisión de Nixon, el activismo negro y, sobre todo, los míticos combates de boxeo -especialmente el de Muhammad Ali contra George Foreman en el Zaire- en los que Ali, un hombre negro, se convirtió en un símbolo para su raza. Dirigido por Leon Coast la cinta ganó el Oscar al Mejor Documental.
El otro filme destacado sobre el boxeador fue Ali, una biopic dirigida por Michael Mann en 2001, protagonizado por Will Smith, que alcanzó la nominación al Oscar al Mejor Actor. El filme hace un viaje a la historia de Ali desde sus orígenes hasta cuando se convirtió en uno de los personajes más entrañables de la historia contemporánea de Estados Unidos.
Alí también tiene otros títulos menos recordados entre los cuales destacan los documentales I am Ali (2014), dirigido por Clare Lewins; Facing Ali, de Pete McCormack; The trials of Muhammad Ali, de Bill Siegel yThrilla in Manila sobre la última pelea entre Ali y Joe Frazier.
El pugilismo en el cine. El interés por mostrar las emociones del boxeo en el cine se remontan a los inicios del mismo cine, en 1891 se filmò el cortometraje Men Boxing, de William K.L. Dickson y William Heise en los Laboratorios Edison de West Orange, Nueva Jersey, pero la producción no fue exhibida en público.
Las primeras grandes películas sobre el pugilismo llegaron de la mano de los grandes cineastas, primero Charles Chaplin se subió a un ring en la cinta The Champion (1915) y posteriormente el otro grande de la época Buster Keaton hizo lo propio con Battling Butler (1926), sin embargo pocos saben que Alfred Hitchcock comenzó a experimentar el suspenso con la cinta The ring (1927) sobre la historia de un boxeador australiano que oculta su verdadera identidad.
En la década de los años 30, destacaron los filmes La Vía Lactea, de Leo McCarey (1936) y Kid Galahad, de Michael Curtiz (1937), mientras que en la década siguiente también hubo otros como El caballero audaz, de Raoul Walsh (1942), Cuerpo y alma, de Robert Rossen (1947), El ídolo de barro, de Mark Robson (1949) yNadie puede vencerme, de Robert Wise (1949), que permitieron ver a actores como Errol Flynn, John Garfield y Kirk Douglas hacerla de memorables boxeadores.
En los años 50 también destacaron otras figuras por entrar al mundo del boxeo. De entrada el primer filme de Stanley Kubrick, llamado Day of the fight (1951), cortometraje documental que narra la vida del boxeador irlandés Walter Cartier; posteriormente John Ford estrenó El hombre tranquilo (1952), con John Wayne como protagonista y Mark Robson destacó con Más dura será la caída (1956) con Humphrey Bogart al frente del reparto. En 1956 Paul Newman dio vida a un boxeador en Marcado por el odio, de Robert Wise, nada más y nada menos que la representación en la pantalla grande de Rocky Graziano.
Otra estrella que se puso los guantes de box fue Alain Delon en Rocco y sus hermanos (1960), de Luchino Visconti, así como Anthony Quinn en Réquiem para un luchador (1962), de Ralph Nelson, que llegó el mismo año que Kid Galahad, de Phil Karlson que tuvo como estrella a Elvis Presley como un prometedor boxeador.
Antes de la llegada del fenómeno de Rocky en los años 70 hubo otros filmes que destacaron en esa década. La primera fue La gran esperanza blanca, de Michael Ritt (1970), posteriormente Fat city, ciudad dorada, de John Huston (1972) con Stacy Keach y Jeff Bridges; y luego Hard times, de Walter Hill (1975) protagonizada por Charles Bronson. Posteriormente llegaron otras como Combate de fondo (1979), de Howard Zieff y la conmovedora El campeón (1979), de Franco Zeffirelli.
El tema del pugilismo en el cine no fue el mismo desde la llegada a las pantallas de Rocky, en 1976, una historia que se prolongó por décadas con un total de siete filmes, siendo el último Creed, la leyenda de Rocky, de Ryan Coogler. El aclamado personaje creado por Sylvester Stallone inspirado en el boxeador Rocky Marciano, uno de los grandes rivales de Muhammad Ali.
En los años 80 llegó otro personaje legendario en la pantalla grande con el estreno de Toro Salvaje (1980), de Martin Scorsese, con Robert DeNiro en el papel de Jake LaMotta; destacaron también otros como Yo hice a Roque III (1980), de Mariano Ozores y Homeboy (1988), de Michael Seresin con Mickey Rourke como un autodestructivo peleador.
En los años 90 figuraron El golpe perfecto (1992), de Michael Ritchie; Corazón de campeón (1997), de John Hamilton; Boxer: Golpe a la vida (1997), de Jim Sheridan, con Daniel Day-Lewis; Hasta el último round(1999), de Ron Shelton, con Antonio Banderas en los guantes y Huracán Carter (1999), de Norman Jewison, con uno de los mejores trabajos de Denzel Washington.
El nuevo milenio también trajo grandes filmes como Girlfight (2000), de Karyn Kusama, con Michelle Rodríguez; La gran pelea (2002), de Walter Hill, con Wesley Snipes; Million Dollar Baby (2004), de Clint Eastwood y un gran trabajo de Hilary Swank; Contra las cuerdas (2004), de Charles S. Dutton; El luchador(2005), de Ron Howard, con Russell Crowe como Cinderella Man y El último asalto (2007), de Rod Lurie.
Los últimos grandes filmes han sido The fighter, de David O. Russell (2010), con grandes actuaciones de Christian Bale y Mark Wahlberg y Southpaw, revancha (2015), de Antoine Fuqua con un papel destacado de Jake Gyllenhaal, mientras que este año llegará a las salas el filme Manos de piedra, de Jonathan Jakubowicz (2016), con Edgar Ramírez y Robert De Niro al frente del reparto.