First Man: Palomita para Damien Chazelle
POR: EL TONEJO
05-11-2018 17:27:51
El 21 de julio de 1969, a las 2:56 de la tarde ante millones de espectadores en todo el planeta, se llevaba a cabo uno de los momentos históricos más importantes para la humanidad y la tecnología. Luego de cuatro días de viaje y seis horas de alunizar en el satélite natural del planeta Tierra, la Luna, el Comandante Neil A. Armstrong, de 38 años se convertiría en el primer hombre en pisar la superficie lunar a través de la misión espacial Apolo 11, dividida a su vez en los módulos Eagle y Columbia. Con este importante hecho se dio un duro golpe a las aspiraciones espaciales de Rusia, quienes visiblemente estaban ganando esta particular batalla tecnológica.
Dicho esto, es importante destacar que independientemente del impacto político y social que tuvo este hecho, también el cine nos ha contado muy a su manera la obsesión existente por que el hombre llegara a la luna. Basta con echar un vistazo a Le voyage Dans la lune, de George Méliès, en 1902, o La mujer en la Luna, de Fritz Lang, en 1929. Asimismo en el mismo 1969, Stanley Kubrick nos regalaba una de sus máximas obras de culto con 2001: a space odyssey; más tarde quizá la más emblemática y recordada podría ser la cinta de Ron Howard en 1995, Apolo XIII.
Dicho esto también, ahora sí vayamos al grano, hablemos de First Man, la nueva cinta del francoamericano Damien Chazelle, que (voz de Troy McClure) quizá recordemos por fantásticas películas como Whiplash (2014), y La La Land (2016). Si bien en estas dos películas antes mencionadas se encontraba una marcada relación entre el drama y el jazz, es mucho muy plausible que – teniendo la vara muy alta – se haya arriesgado a dirigir una película semi biográfica del primer hombre que pisó la superficie lunar.
La cinta como tal tiene bastantes aciertos que consolidan a Chazelle como un cineasta que confirma que su cine es de autor. El ritmo, los encuadres, los movimientos de cámara, la introspección de los personajes y los conflictos caseros son una vertiente que utiliza y domina. En esta cinta vemos a un Comandante Armstrong – fantásticamente interpretado por Ryan Gosling – que no es precisamente un hombre bondadoso y ejemplo a seguir. Ojo, tampoco la cinta nos cuenta la historia de un tipo violento que debería estar en la cárcel, simplemente nos da un toque de realidad. Los miedos confrontados del personaje principal son la clave para que First Man no sólo nos cuente la increíble odisea del Apolo XI, sino la fragilidad del ser humano cuando parte hacia lo desconocido.
Contrario a sus recientes cintas de Chazelle, en este nuevo largometraje la familia lleva toda la carga emocional, está presente sin aparecer en pantalla y lucha con el deber de un tipo que sabe que quizá no deba ir a una misión incierta, sin embargo también sabe que tiene que ir quizá por promesas, orgullo, patriotismo, heroísmo, derrota.
Por otro lado como escribí con anterioridad, es muy destacable el trabajo actoral de Ryan Gosling. Sin lugar a dudas con First Man, Gosling se sacude todo ese encasillamiento ligado a las comedias románticas y demuestra que está hecho un actor para papeles importantes. Sobretodo porque el personaje del Comandante Armstrong demanda tristeza, enojo, frustración, miedo, nostalgia, etc ¿Qué tantas cosas puede sentir un ser humano que irá a la luna, en 1969? Es como si hoy en día se mandara a un ser humano a Marte, una persona con familia, esposa, hijos y amigos.
En resumen Damien Chazelle nos presenta una cinta alejada de lo que le conocemos, se mantiene auténtico y brillante. Crea atmósferas interesantes y dramáticas que se mantienen con el nivel de calidad que le conocemos en sus anteriores cintas. Quizá esta cinta no tenga numerosas nominaciones al Oscar pero competirá en bastantes categorías como Película, Dirección, Actor Protagónico, Sonido y Efectos Especiales.
El 21 de julio de 1969, a las 2:56 de la tarde ante millones de espectadores en todo el planeta, se llevaba a cabo uno de los momentos históricos más importantes para la humanidad y la tecnología. Luego de cuatro días de viaje y seis horas de alunizar en el satélite natural del planeta Tierra, la Luna, el Comandante Neil A. Armstrong, de 38 años se convertiría en el primer hombre en pisar la superficie lunar a través de la misión espacial Apolo 11, dividida a su vez en los módulos Eagle y Columbia. Con este importante hecho se dio un duro golpe a las aspiraciones espaciales de Rusia, quienes visiblemente estaban ganando esta particular batalla tecnológica.
Dicho esto, es importante destacar que independientemente del impacto político y social que tuvo este hecho, también el cine nos ha contado muy a su manera la obsesión existente por que el hombre llegara a la luna. Basta con echar un vistazo a Le voyage Dans la lune, de George Méliès, en 1902, o La mujer en la Luna, de Fritz Lang, en 1929. Asimismo en el mismo 1969, Stanley Kubrick nos regalaba una de sus máximas obras de culto con 2001: a space odyssey; más tarde quizá la más emblemática y recordada podría ser la cinta de Ron Howard en 1995, Apolo XIII.
Dicho esto también, ahora sí vayamos al grano, hablemos de First Man, la nueva cinta del francoamericano Damien Chazelle, que (voz de Troy McClure) quizá recordemos por fantásticas películas como Whiplash (2014), y La La Land (2016). Si bien en estas dos películas antes mencionadas se encontraba una marcada relación entre el drama y el jazz, es mucho muy plausible que – teniendo la vara muy alta – se haya arriesgado a dirigir una película semi biográfica del primer hombre que pisó la superficie lunar.
La cinta como tal tiene bastantes aciertos que consolidan a Chazelle como un cineasta que confirma que su cine es de autor. El ritmo, los encuadres, los movimientos de cámara, la introspección de los personajes y los conflictos caseros son una vertiente que utiliza y domina. En esta cinta vemos a un Comandante Armstrong – fantásticamente interpretado por Ryan Gosling – que no es precisamente un hombre bondadoso y ejemplo a seguir. Ojo, tampoco la cinta nos cuenta la historia de un tipo violento que debería estar en la cárcel, simplemente nos da un toque de realidad. Los miedos confrontados del personaje principal son la clave para que First Man no sólo nos cuente la increíble odisea del Apolo XI, sino la fragilidad del ser humano cuando parte hacia lo desconocido.
Contrario a sus recientes cintas de Chazelle, en este nuevo largometraje la familia lleva toda la carga emocional, está presente sin aparecer en pantalla y lucha con el deber de un tipo que sabe que quizá no deba ir a una misión incierta, sin embargo también sabe que tiene que ir quizá por promesas, orgullo, patriotismo, heroísmo, derrota.
Por otro lado como escribí con anterioridad, es muy destacable el trabajo actoral de Ryan Gosling. Sin lugar a dudas con First Man, Gosling se sacude todo ese encasillamiento ligado a las comedias románticas y demuestra que está hecho un actor para papeles importantes. Sobretodo porque el personaje del Comandante Armstrong demanda tristeza, enojo, frustración, miedo, nostalgia, etc ¿Qué tantas cosas puede sentir un ser humano que irá a la luna, en 1969? Es como si hoy en día se mandara a un ser humano a Marte, una persona con familia, esposa, hijos y amigos.
En resumen Damien Chazelle nos presenta una cinta alejada de lo que le conocemos, se mantiene auténtico y brillante. Crea atmósferas interesantes y dramáticas que se mantienen con el nivel de calidad que le conocemos en sus anteriores cintas. Quizá esta cinta no tenga numerosas nominaciones al Oscar pero competirá en bastantes categorías como Película, Dirección, Actor Protagónico, Sonido y Efectos Especiales.
