Sully: un héroe de la clase trabajadora
POR: SAÚL ARELLANO MONTORO
02-12-2016 01:29:45
El tiempo es implacable para todos. Especialmente para los que se dedican a contar historias en la pantalla. Acostumbrados a una narrativa que constantemente navega hacia lo políticamente incorrecto, cruda y sin concesiones por parte del republicano Clint Eastwood, de pronto estar frente a una historia que nos mantiene en el asiento con la pregunta “¿Cuándo va a suceder algo?” es algo que nos hace cuestionar si el cineasta se ablandó en los meses que pasaron entre American Sniper (2014) y esta nueva entrega.
Sí, estoy consciente que antes hizo Jersey Boys (2014) pero aun así, esa tuvo más tema de donde desarrollar una historia que la plana Sully.
O bien fue una película solo para tener comida en la mesa o bien está apuntando hacía rendir tributo a todo tipo de héroes estadounidenses en un tiempo en que su país esáa dando “palos de ciego” en materia social.
Sólo él lo sabe.
PERRO VIEJO, TRUCOS NUEVOS
Curiosamente, la película se nos está “vendiendo” como la primera película de Eastwood filmada en el espectacular formato IMAX en lugar de la historia; ya de entrada eso no pinta nada bien aún tratándose de un artesano intolerante como lo es el director.
Y sí, la película luce espectacular. La cámara (aun con CGI) se mueve a sus anchas por todo el cuadro dándonos todos los puntos de visión tanto dentro del plano como visto por fuera; para grandes secuencias como para momentos aparentemente sencillos. En eso Eastwood no nos falla.
El reparto es otro gran acierto y no tanto para acompañar a Tom Hanks que no es particularmente asombroso interpretando al Capitán Chesley "Sully" Sullenberger dado que el perfil del personaje puede ser interpretado por Hanks o por cualquier otro. Lo único rescatable es la apariencia física y algunos tics del Sully real que fueron copiados a la perfección por el actor.
El reparto secundario es lo mejor de ver en pantalla, sobresaliendo Aaron Eckhart como el co-piloto Jeff Skiles y Laura Linney como la esposa de Sully. Personajes clave que tienen brillo por si mismos sin ser satélites de lo que sucede alrededor de Hanks necesariamente.
Aún así, la película nunca termina de (valga la expresión) despegar porque es plana y sin el interés por mostrar más de lo que ya es conocido. Los documentales que salieron en su momento son, incluso, más emocionantes que la película misma que carece por todos lados de “corazón y sustancia” y que sólo sirve para ver en IMAX un documental sin carisma ni emotividad.
Algo que resulta ser muy extraño para ser una película de Clint Eastwood.
EN RESUMEN
Pese a que desde el principio vemos un impactante choque del avión en los edificios de Nueva York (punto a favor del director que se atrevió a mostrar el trauma que los neoyorquinos viven desde el 2011) la película toma un perfil bajo para contar la historia y simplemente vemos pasar una serie de acontecimiento hasta despertarnos en varias tomas del accidente en el río Hudson y recuperar nuestro interés en lo que estamos viendo.
A diferencia de American Sniper en la que también sabemos el final por ser una historia real; aquí el momento heroico queda reducido a un final feliz que no aporta nada porque el camino que nos lleva a él es plano y poco aporta al drama más allá de lo que ya sabemos y hemos visto hasta en youtube.
Y sí, hay que hacer caso a la propaganda y debe verse en IMAX si eres un apasionado del cine de Clint Eastwood y llevas un récord limpio de no deja r de ver ni una sola de sus películas.
El tiempo es implacable para todos. Especialmente para los que se dedican a contar historias en la pantalla. Acostumbrados a una narrativa que constantemente navega hacia lo políticamente incorrecto, cruda y sin concesiones por parte del republicano Clint Eastwood, de pronto estar frente a una historia que nos mantiene en el asiento con la pregunta “¿Cuándo va a suceder algo?” es algo que nos hace cuestionar si el cineasta se ablandó en los meses que pasaron entre American Sniper (2014) y esta nueva entrega.
Sí, estoy consciente que antes hizo Jersey Boys (2014) pero aun así, esa tuvo más tema de donde desarrollar una historia que la plana Sully.
O bien fue una película solo para tener comida en la mesa o bien está apuntando hacía rendir tributo a todo tipo de héroes estadounidenses en un tiempo en que su país esáa dando “palos de ciego” en materia social.
Sólo él lo sabe.
PERRO VIEJO, TRUCOS NUEVOS
Curiosamente, la película se nos está “vendiendo” como la primera película de Eastwood filmada en el espectacular formato IMAX en lugar de la historia; ya de entrada eso no pinta nada bien aún tratándose de un artesano intolerante como lo es el director.
Y sí, la película luce espectacular. La cámara (aun con CGI) se mueve a sus anchas por todo el cuadro dándonos todos los puntos de visión tanto dentro del plano como visto por fuera; para grandes secuencias como para momentos aparentemente sencillos. En eso Eastwood no nos falla.
El reparto es otro gran acierto y no tanto para acompañar a Tom Hanks que no es particularmente asombroso interpretando al Capitán Chesley "Sully" Sullenberger dado que el perfil del personaje puede ser interpretado por Hanks o por cualquier otro. Lo único rescatable es la apariencia física y algunos tics del Sully real que fueron copiados a la perfección por el actor.
El reparto secundario es lo mejor de ver en pantalla, sobresaliendo Aaron Eckhart como el co-piloto Jeff Skiles y Laura Linney como la esposa de Sully. Personajes clave que tienen brillo por si mismos sin ser satélites de lo que sucede alrededor de Hanks necesariamente.
Aún así, la película nunca termina de (valga la expresión) despegar porque es plana y sin el interés por mostrar más de lo que ya es conocido. Los documentales que salieron en su momento son, incluso, más emocionantes que la película misma que carece por todos lados de “corazón y sustancia” y que sólo sirve para ver en IMAX un documental sin carisma ni emotividad.
Algo que resulta ser muy extraño para ser una película de Clint Eastwood.
EN RESUMEN
Pese a que desde el principio vemos un impactante choque del avión en los edificios de Nueva York (punto a favor del director que se atrevió a mostrar el trauma que los neoyorquinos viven desde el 2011) la película toma un perfil bajo para contar la historia y simplemente vemos pasar una serie de acontecimiento hasta despertarnos en varias tomas del accidente en el río Hudson y recuperar nuestro interés en lo que estamos viendo.
A diferencia de American Sniper en la que también sabemos el final por ser una historia real; aquí el momento heroico queda reducido a un final feliz que no aporta nada porque el camino que nos lleva a él es plano y poco aporta al drama más allá de lo que ya sabemos y hemos visto hasta en youtube.
Y sí, hay que hacer caso a la propaganda y debe verse en IMAX si eres un apasionado del cine de Clint Eastwood y llevas un récord limpio de no deja r de ver ni una sola de sus películas.